"There was a hallway a thousand birds long
But the biggest one of all was in a cage too small..."
But the biggest one of all was in a cage too small..."
Patrick Watson/Big Bird In Small Cage
El tiempo nos ha ido cambiando poco a poco, un proceso lento de pequeñas cinceladas precisas que raspan en las cabidades mas ocultas, entran en el alma y esculpen una forma liviana que no sabe del tiempo, que se ha adaptado tanto al cambio que su eterna esencia ha perdido la noción de si misma.
Hemos abrazado el alma del pueblo y hemos encontrado finas esporas de colores cálidos, en ellas se depositan las artes naturales, los modales que persisten, la sensación de tibieza en los ojos de los marginados.
Tratamos tanto de abrazar que las manos gradualmente perdieron sus funciones y se han estancado en solo una, se han vuelto de piedra, y por muy térmica que esta sea no deja de ser un escombro agresivo, habría que pulirnos un poco los brazos para poderlos diluir en los frascos internos de la gente.
Quiero que sepas que nadie es de piedra, que la vida no es tan agresiva y que muchas veces algunos moretones nos vendrán bien.
Quiero que quieras quererte, abrazarte antes de dormir para explorar tu espíritu, esa pequeña llama de la cual no te molestas en incrementar pero tampoco permites que se apague, quiero que dignifiques tu ser.
Quiero que mires con franqueza al mundo y aceptes tus silencio como una arma, que con paz te desenvuelvas en el caos, que te hagas un nombre en el fango y con humildad lo limpies, quiero que tu vida sea tranquila, prospera y recalcitrante.
Quiero que no quieras querer todo, que entiendas que esta bien no estar de acuerdo, quiero que aceptes tu apatía y con ella manejes en silencio a su otro extremo.
Quiero que abraces con las manos desnudas, que sientas el palpitar de las emociones incrementarse cuando tu espíritu choca con uno ajeno.
Trata con cortesía sentir el pulso del mundo, de la necesidad imperativa del hambre humana, de ese temblor mareante que acompañas con paso firme cuando las cosas se ponen difíciles.
Hemos querido tanto querer querernos de esa manera, lo hemos intentado, pero duele.
Y da por resultado en madera añeja humedecida por las tormentas internas.
Te ha llovido tanto, te inundas hasta el cuello, te ahogas la paciencia, estas tan acostumbrado a la pulmonía, adquirida por el agua fria y las piedras filosas.
Se que reverdeceras la próxima estación, estoy tan seguro de eso que le he apostado al suelo tu elevamiento, y aunque no se como exactamente, se que floreceras.
La primavera lentamente se hace paso de entre la nieve, y comienza a darle vida a todo lo que toca, los animales estacionarios también lo saben.
Parece que te traicionaste, siento tu correa arrastrándote al vacio, sordo por las cadenas y desecho por tus propios principios y juicios.
Si tan solo pudieras sobreponerte sabria llevarte de la mano a la cabaña.
Ahí curaria tus heridas con agua tibia, calmaría tus dolencias con diestra serenidad.
Sin embargo me es imposible, ninguna fuerza sobrehumana podrá sacarte de ahí si es que tu no lo intentas. No me aterra el pensar como saldras, me aterra de verdad saber cuanto tiempo mas estaras.
Mientras tanto te esperare en la cabaña. columpiandome en el calor de la chimenea esperando tu visita, sin importar tus heridas, de hecho ya me he preparado, calentando el agua y las piedras preciosas para que cuando tu presencia aparezca estas tomen propiedades curativas.
Te espero adentro, Yo del pasado.
Dejo la canción del día.
Mucha suerte, yo enjaulado del Futuro en tres tiempos...