Pasados unos 5 minutos un anciano de rasgado semblante se sento junto a mi en la banca, saco de su cangurera una bolsa con arroz y lo lanzo hacia el conglomerado que se elevo y agito las alas para devolverse a comer con ansiedad. Yo le mire y le hice un gesto de sonrisa que fue respondido con la apertura de la conversacion.
- Siempre me esperan a esta hora, no reconocen quien les avienta la comida, solo saben que hay a esta hora. Si me reconocieran las tendria todo el dia en mi casa y ni hablar del cagadero que me dejarian. Mi esposa tendria otra razon para gritarme- Dijo con una risa acompañada de ese mirar en direccion al palomar pero con intenciones en la nada. -Paso por aqui todos los dias, y siempre estan aqui, incluso los domingos cuando estoy en casa.
En mi atencion goteaban preguntas que hacerle, pero si todas ellas se juntasen en una sola esta seria; ¿Por que la gente me tiene tanta confianza?.
-¿Vive por aqui?- Le dije con la intencion de hacer un acordeon del tiempo y que este pasara mas rapido.
-Si, reparo y hago bicicletas-. Respondio con velocidad, como pasa cuando uno habla de sus pasiones.
-¡¿Hace bicicletas?!-
-Si, mi papa se dedico 60 años a esto y yo llevo 40. Trabajo de lunes a domingo de 9 a 9. Antes, cuando era niño. Mi padre abria a las 10, cerraba a las 2, abria a las 4 y se iba a las 7. De lunes a viernes. Pero los tiempos cambian y ahora con eso no me alcanza para comer.
El señor habia evadido mi pregunta, como si la fabricacion de una bicicleta no fuera importante o no mereciera que la escuchara, sin embargo estaba interesado en quejarse conmigo, y dada mi naturaleza estaba dispuesto a escucharle hasta que mi amigo viniera.
-¿Ahora que viene semana santa se le complica mas el dinero?-
-Si.- Respondio. -Abro todos los dias, incluso los domingos, y solo descanso en navidad, año nuevo y 4 dias de semana santa, eso es todo. Por eso trato de trabajar las 25 horas diarias, porque de parches no saca uno para comer.
Cuando dijo 25 horas yo exhale una discreta risa que atendida por el al terminar retomo diciendome.
-La gente me dice que estoy loco, pero cuando digo 25 me refiero a una hora extra mas-.
Yo estaba mirando a las palomas dispersarse con la mirada abajo y golpeando mi telefono con mi muslo, el silencio incomodo se incorporo y de la conversacion ya solo quedaba el picotear de las aves sumado a sus uñas marchando.
-Bueno joven, deje sigo que tengo que volver, fui a buscar una pieza pero no la encontre, ¿quieres que te deje lo que queda del arroz para que se los avientes?
-Si-.
-Bueno, ojala pases por aqui seguido, porque cuando yo no este te va a tocar a ti alimentarlos.-
Eche una carcajada y asente agradeciendole el tiempo. Sin embargo el señor no queria irse y continuaba contandome acerca de lo dificil que era sobrevivir en este mundo y del como las nociones personales muchas veces no encajaban con la de los demas, del como la vision que tenia su padre en el pasado y con la cual vivio por tanto tiempo hoy ya no le daria para vivir.
Habia encanto en su retorica, era como si fuera la voz del pueblo, ahi estaba presente la gente que no hace ruido, la que vive irremediablemente, el señor me ablandaba el corazon y sobretodo a pesar de su pesimismo en el futuro me daba esperanzas.
Casi al finalizar y conductuando la conversacion me conto las 3 reglas que su padre le enseño a la hora de atender a la gente en su trabajo.
1.- Conoce tu trabajo.
2.- Atiende con servicio e interes.
3.- No descuides tu lugar.
Despues de eso, se marcho y de las palomas ya solo quedaba una. Y yo tenia aun unos 35 granos en la bolsa. Mire mi telefono y el mensaje que me avisaba que no podria llegar estaba ahi, ante mis ojos. Sin embargo no le di importancia y camine al paradero sosteniendo su bolsa, mirando el arroz agitarse pensando en sus 3 reglas; en el ser, amar y cuidar implicito en su filosofia laboral.
Guarde su bolsa en mi mochila y durante el trayecto acompañado de Buena Vista Social Club fui amalgamando sus ideas con las mias.
Me habian dejado plantado y ciertamente estaba agradecido por eso, sosteniendo arroz para palomas que un desconocido me habia dado como materializacion del aprendizaje recien adquirido.
Dejo la cancion del dia.
Perdon por no pasar ortografia, escribi la entrada en Opera y no tiene la opcion de correccion.
Mucha suerte, Yo del futuro.