Pero con la publicación del blog la gente ha comenzado a decir que tengo depresión o soy una persona triste, lo cual me causa molestia. El Gran Mal fue pensado como un lugar para depositar lo que pienso y lo que pocas veces digo.
Si todos ustedes publicaran lo que sale de su cabeza dudo que escribieran cosas alegres, ya que llego hasta la raíz de los pensamientos, casi siempre con resultados oscuros.
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Estas ultimas dos semanas han pasado rápido, se acerca diciembre que es mi mes favorito por el olor a mandarinas y canela con manzana, el frío, mi egoísta cumpleaños, las posadas, navidad y año nuevo.
Estas ultimas dos fechas dedicadas a la familia me han estado pareciendo odiosas conforme mas años cumplo.
Ahí me doy cuenta que estos días se vuelve un despilfarro de dinero y emociones falsas, de propósitos imposibles y amor plastificado.
Nos dirigimos a las vertientes que mas nos benefician hundiéndonos en religión y consumismo idiota.
Lo peor de todo es que lo sabemos, y nos cobijamos en la idea, pues siempre ha sido asi.
Como ya lo he dicho no quiero que las cosas cambien, quiero que se queden asi, que uno en uno nos pudramos y el que tenga mas moho sera el mejor posicionado en la vida.
¿No es triste que la etapa donde no importaba el dinero ni el estúpido estatus, era en la infancia?
Ni siquiera me importaba, me vestían y me alimentaban con eso era feliz, si tenia las rodillas sucias o un pantalón roto era un logro; el logro de divertirse y testificarlo en la ropa, pero como el sable de doble hoja de Darth Maul también debajo del agua nos preparo a ser una sociedad conformista, que no hace berrinches lo suficiente ruidosos para cambiar las cosas, podrán matar a un millón de estudiantes, desaparecer a 2 millones de mujeres y traficar con 3 millones de niños seguirá sin pasar nada, simplemente no nos enseñaron a hablar, somos otro eslabón mas, presas de gigantes monstruos llenos de papel verde, desunidos y mudos estamos condenados.En esta pecera de langostas llamada México estamos solo esperando que alguien nos tire en agua hirviendo, no peleamos porque nos anudaron las tenazas y los gritos que exhalemos no servirán de nada porque simplemente no los entenderán.
Y así somos felices, juntando dinero para comprarnos un iphone, privándonos la vida por un pedazo de tela con el nombre de alguien. Pero esta bien, viendo comos de uno en uno se los llevan, sintiéndonos agradecidos de no ser nosotros hasta que la desesperanza nos coma la carne...
También he dicho que no quiero ser un revolucionario de internet, ni un hippie neoliberal.
Pero somos personas pendejas que no hacemos nada por el de al lado, solo juzgamos sus acciones.
Al final de cuentas solo nosotros seres de luz intocables y perfectos tenemos derecho a equivocarnos y que nadie nos recrimine las acciones.
En fin, agradezcamos estar otro día vivos sin que el sistema nos coma
Punto final.
Dejo la canción del día.
Suerte, Yo del futuro.
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