miércoles, 8 de febrero de 2017

Escribo de Ti

"Y hoy que estoy aqui tan pálido
ni la sombra soy de un pájaro,
y el tiempo se rompe como un cascaron
y el amor que nace es más como un dolor."


Escribo de ti como un verso añejo, como cuando las flores del jardín están mustias.
Escribo de ti como en los cuentos incompletos, adornados con valles verdes llenos de vida.
Escribo de ti en el eterno sollozar de los seres, arañando las paredes con el ascetismo natural de mi nobleza.
Escribo de ti cuando los pensamientos se han cansado de hilar con los brazos en el pecho escenario índigos, dignos de las representaciones menos austeras, desterrado de la realidad hacia un hechizo que atranca las puertas de mi espíritu.
Carcomidas en sus orillas por el constante pedalear de mis inestables emociones.
Desgarrando los telares de la paciencia con el simple arrebato de la ansiedad, ansiedad que amanece conmigo después de una noche turbia, que me acompaña las primeras horas nublando con su vapor cálido las ventanas de mi valentía,
Armado por una ola de violencia que parece agitar en silencio las mesas y sillas de la confianza, arrullándome en el vaivén de los pensamientos que rebotan en las paredes hasta quemar con su eco la razón.



Escribo de ti pues te recuerdo cuando no debo recordarte, porque te has armado de mi tantas veces que siento que cedo a tu peso, tensado por los momentos de adrenalina que nunca culminan.
Escribo de ti en la unilateralidad de mi perspectiva sesgada por tus armados gestos manipuladores, aflojando la sangre de mis cavidades para escurrirte con gracia como si fuera la hojarasca de otoño.
Escribo de ti con el orgullo abatido, con plena conciencia de que atacas sin piedad a todos los humanos, y aun sabiendo de tu ciega justicia estoy seguro de ser el portal donde vienes a acunarte con mas frecuencia. acuñando en mis rincones metales que intercambiaras por tiempo que devuelves para visitarme cada noche.

Escribo de ti en las horas invertidas por la música triste, de esta idealización dañina armada sin cuidado para derrumbarse cuando por fin la alcance.
Escribo de ti pretendiendo humanizarte, volviendo todos los pájaros a mi árbol para que sacudas de sus nidos, para que te nutras de los huevos de mi parvada, y reduzcas como un depredador mi población, en mutua discordancia con el crecimiento que estoy tratando de juntar.
Escribo de ti en las canciones que te mencionan, escribo imaginándome acariciando la cara de los músicos, sonriendo con tu pasividad agresiva, envuelto en ese característico silencio tuyo donde girara unas horas después el huracán.

Arrullando las amapolas de este jardín de sales y amargos frutos, cristalizando con tu fría neblina los pocos recuerdos que permanecen estoicos.

Escribo de ti en la fragilidad de la madrugada, hastiado de tus mareas mortales, de tus clavos que resuenan en las noches mas oscuras, amurallando la probabilidad de poder sacarme de ti y dejar de escribir de ti.

Escribo de ti como motor de El Gran Mal, escribo de ti como fuerza y combustible, escribo de ti como el miedo que me amarra y me eleva, escribo de ti como un momento que llega y se va, siempre es un momento que llega y se va.

"Siempre es solo un momento y se va,
deshaciendo entre mi cuerpo."



Mucha suerte, Yo escritor de ti del futuro.

miércoles, 1 de febrero de 2017

La Valvula del Pensamiento

Hay una carga inherente en el comportamiento humano que siempre reluce cuando varios individuos se unen, ambas partes activan su mecanismo de pertenencia para que su comportamiento se ajuste a la situación y maquine una esfera donde ciertos parámetros convergen, para asi fluir al unisono.

Toda esta introducción de palabras bonitas no es mas que mis necesidad nata de tratar de agradarles y no decir que todos somos unos hipocritas, y no me malentiendan, se que a ciertas palabras se les da una carga que no les corresponde, y una de ellas es la hipocresía.

Si nos ponemos a pensar somos hipócritas todo el tiempo, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, todo el día, todos los días de nuestra vida.
Fingimos mucho. Yo por ejemplo pretendo dar la impresión de que no me gusta Luis Miguel, pero La Bikina interpretada por el es una de mis canciones favoritas del regional Mexicano. Y la lista sigue con muchas cosas.

Pero dentro de toda esta falsedad natural del ser, hay un pequeñísimo lapso de tiempo donde dejamos de pretender y toda la carga recae para darnos vueltas la cabeza, ese lapso es cuando apagamos las luces, nos metemos en las sabanas y el cerebro empieza a hilar, armar y deshacer hasta alcanzar esa característica sensación de miserabilidad nocturna.

Donde por un momento hasta caer dormidos juntamos todo nuestro ser en la cabeza y analizamos sin las caretas a la vida, ese momento intimo que pocas veces se llega a concretar con otra persona genera una válvula donde el pensamiento desecha toda la carga del día y al mismo tiempo pone otro tabique en la barrera de la mente.

Dicen los sabios que este comportamiento hipócrita puede eliminarse, pero no sucedera si no vuelvo la próxima madrugada a indagar en el acto antes que la mañana me absorba, me ponga en alguna situación donde tenga que armarme de algo que no soy y sobreviva hasta la noche donde todos los pensamientos se vuelven permeables y yo miserable.





Dejo la canción del día.





Mucha suerte, Yo permeable de la madrugada.