domingo, 23 de abril de 2017

Hay Dias

Aveces tengo unas terribles ganas de escribir en el blog, de entrar a la pagina y desahogarme en 5 mil palabras acerca de este contundente golpe que de cuando en cuando me aterriza en el pecho.

Pero, ¿cuanto mas tengo que venir a escribir sobre el mismo sentimiento?
Es que aveces siento que me muevo en circulos, alegre de encontrar cosas nuevas en el mismo camino, pensando que las he provocado con mi caminata. Para luego descubrir que las novedades son solo productos de fuerzas ajenas a las mias.

No se que tan propio soy de mis sentimientos, o cuanto esfuerzo mas tengo que efectuar para que al menos parezca que hago el mínimo. Hay tanto que no quiero saber sobre la carga que me toco llevar.
Hay días donde no quiero saber nada del mundo.

Hay días donde la gravedad es tan fuerte que me tira el alma, es tan fuerte y asfixiante que en ocasiones me medio mata, para luego levantarme y hacerme creer que la caida es solo un requerimiento para mantenerme cuerdo.

¿Que tan cuerdo debe ser un hombre que recae cada mes? ¿No es propio de personas inestables tener altibajos emocionales?

Hay dias donde encima de llevar mi carga debo cargar con el peso imaginario del mundo.

Hay días donde el despertar inflige daño, hay días donde las historias de mi cabeza se organizan de tal manera que me dejan inhabilitado, en una fase REM,

Aveces me siento algo mas, algo que no termina de solidificar y aparenta ser un ser, conviviendo en paralelo con la hipótesis engañosa del futuro.

Con una carga humana que no parece estar en armonia con mis posibilidades.

Hay días donde me reservo el mundo para mi solo, para descubrir como es que mi ADN guarda tanta información pero es incapaz de guardarme a salvo.

¿A las cuantas caídas uno mejora?

¿A los cuantos garabatos se forman figuras concretas?

¿A las cuantas palabras uno empieza a sentirse mejor?

¿Cuando dejare de verme en diminutivo y podre encarar esta vida para que no hayan días como hoy?

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