Críticas mi decepcionante manera de ser y sabes que podría dar mas, quisieras que me pareciera un poco mas a ti...
Es extraño como las cosas van tomando sus rumbos, como si se tratase de algo premeditado.
Hay gente que cree en el destino, hay quienes descartan la idea y ofrecen una donde todo es mas maleable y depende de nuestras decisiones.
Yo no se que pensar, he tenido bastantes gatos y a todos los he criado de la misma manera, pero las personalidades son siempre diferentes, lo cual me hace pensar que irracionalmente tenemos una misión, lo sabemos por instinto pero nuestro cerebro le prohíbe delatar el secreto de la vida, y de poco a poco esta nos va conduciendo al lugar justo donde nos ordenaron desde antes de ser concebidos.
Y ahí permanecemos hasta que nuestro trabajo termine.
Es una manera relajada de ver la vida. Al final de cuentas el tiempo nos pondrá en el lugar idóneo,
Y no habrá de que preocuparse mas que de la autenticidad de nuestras acciones.
A lo mejor estaba escrito que escribiría esto y de esa manera cambiar el ángulo de la visión de una persona que lo necesitaba.
Es imposible saberlo, pero intriga al pensamiento y Dios entra aquí de una manera invisible y armoniosa, como el titiritero de nuestras acciones que gusta de guionizar sus historias con giros inesperados que debiliten o endurezcan al personaje principal.
Hace un tiempo esperando en el paradero de la oruga conocí a una persona de edad adulta que provenía de un lugar al sur del país, de apariencia desgastada por el conocimiento comenzó a platicar conmigo, me dio recomendaciones y me dijo que en mis ojos se podía colar el sufrimiento, que había algo que llevaba demasiado tiempo pudriéndose y que amenazaba con dañar los recuerdos sanos,
Dijo que me había visto desde hacia un tiempo, que tenia una aura diferente y que su misión en este momento era el de aliviarme pues este encuentro desde tiempo atrás estaba predestinado, su vocabulario denotaba que comía muchos libros y de una manera extraña accedí a tener su numero de teléfono, en ese momento se podia sentir que el ambiente era seguro, era posible decirme cualquier cosa, de todas manera no planeaba defenderme.
Cuando paso mi ruta, me despedí de el, sentí que un enorme peso cayo en mis hombros, me sentía desnudo y frágil. Había podido leerme con solo mirarme a la lejanía como si mi coraza gritara algo que me era imposible oír, estaba amenazado, durmiendo mientras un ave de rapiña hacia círculos sobre mi.
Sentí mucho miedo y tristeza
No conocía sus intenciones, ni que fuera de verdad un humano, pues no lo he vuelto a ver.
Marco mucho en mi ese momento, una platica de 5 minutos tomo un giro revolucionario que atentaba con cambiar mi rumbo, un giro argumental apresurado como un deus ex machina que no avisaba venirse pero que prometía cambiarlo todo...
Hay gente que cree en el destino, hay quienes descartan la idea y ofrecen una donde todo es mas maleable y depende de nuestras decisiones.
Yo no se que pensar, he tenido bastantes gatos y a todos los he criado de la misma manera, pero las personalidades son siempre diferentes, lo cual me hace pensar que irracionalmente tenemos una misión, lo sabemos por instinto pero nuestro cerebro le prohíbe delatar el secreto de la vida, y de poco a poco esta nos va conduciendo al lugar justo donde nos ordenaron desde antes de ser concebidos.
Y ahí permanecemos hasta que nuestro trabajo termine.
Es una manera relajada de ver la vida. Al final de cuentas el tiempo nos pondrá en el lugar idóneo,
Y no habrá de que preocuparse mas que de la autenticidad de nuestras acciones.
A lo mejor estaba escrito que escribiría esto y de esa manera cambiar el ángulo de la visión de una persona que lo necesitaba.
Es imposible saberlo, pero intriga al pensamiento y Dios entra aquí de una manera invisible y armoniosa, como el titiritero de nuestras acciones que gusta de guionizar sus historias con giros inesperados que debiliten o endurezcan al personaje principal.
Hace un tiempo esperando en el paradero de la oruga conocí a una persona de edad adulta que provenía de un lugar al sur del país, de apariencia desgastada por el conocimiento comenzó a platicar conmigo, me dio recomendaciones y me dijo que en mis ojos se podía colar el sufrimiento, que había algo que llevaba demasiado tiempo pudriéndose y que amenazaba con dañar los recuerdos sanos,
Dijo que me había visto desde hacia un tiempo, que tenia una aura diferente y que su misión en este momento era el de aliviarme pues este encuentro desde tiempo atrás estaba predestinado, su vocabulario denotaba que comía muchos libros y de una manera extraña accedí a tener su numero de teléfono, en ese momento se podia sentir que el ambiente era seguro, era posible decirme cualquier cosa, de todas manera no planeaba defenderme.
Cuando paso mi ruta, me despedí de el, sentí que un enorme peso cayo en mis hombros, me sentía desnudo y frágil. Había podido leerme con solo mirarme a la lejanía como si mi coraza gritara algo que me era imposible oír, estaba amenazado, durmiendo mientras un ave de rapiña hacia círculos sobre mi.
Sentí mucho miedo y tristeza
No conocía sus intenciones, ni que fuera de verdad un humano, pues no lo he vuelto a ver.
Marco mucho en mi ese momento, una platica de 5 minutos tomo un giro revolucionario que atentaba con cambiar mi rumbo, un giro argumental apresurado como un deus ex machina que no avisaba venirse pero que prometía cambiarlo todo...
Dejo la canción del día.
Mucha suerte, Yo del futuro...
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