"Me perdí la primera, a la segunda llegue a la mitad
caja de luz sobre el cielo con las estrellas y con su mar...
Rojo sabor de los dientes y de la lengua con su sal
dobla el cuerpo sobre el mismo que es lo que sale vamos a ver.
Tacto sube por el hombro por el vestido y el pantalón
y si la fiesta nos alcanza perdemos hasta la razón.
Ojo con el baile extraño que no parezca tan elegante
ha de ser de los cantantes no les importa bailar bien.
Llena de luz al momento con la risa y repetición
que me perdí la primera y la segunda ya comenzó.
Me gusta pensar en el futuro, tanto que este blog va dedicado al Yo del mañana,
Pero aveces le dedico un tiempo al pasado, a eso que ya vivimos y que rememoramos de una manera agridulce.
Cuesta creer que fui el espermatozoide mas rápido, quizá hice trampa o simplemente fue suerte, igual no me interesa saberlo.
Pase por un proceso de 9 meses que no recuerdo y viví 7 años sin la suficiente memoria para recordar en numero de dos dígitos.
Simplemente todo comienza a aclararse en la secundaria, tiempo de cambios y chismografos, ahí crecí, de todas las maneras que abarca la palabra, junto con mis compañeros que evolucionaban a cosas desagradables, con acné y malformaciones adolescentes. Yo que me desarrolle tarde, veía como el que tenia bigote de leche comenzaba a actuar de manera diferente, como si el vello expulsara todo tu niño interior y a mi me daba miedo despertar un día dandome cuenta que me dejaron de gustar las caricaturas y los dulces.
Gracias a Dios eso no ha pasado, y es que en realidad nunca pasa, a nadie le dejan de gustar Los Rugrats de martes a miércoles, lo que en realidad sucede es que nos obligan sin darnos cuenta a dejar de ver eso, los mismos amigos y le gente mayor.
Como si conservar tu niñez fuera una situación de debilidad en este mundo.
No es así, se puede madurar sin dejar de ver 31 Minutos mientras te comes una rokaleta,
es sencillo, placentero y agradable. Se puede ganar sin perder, se puede ver House Of Cards y después ver un episodio de Pokemon sin perder nada, porque aquí nada se pierde.
Solo se olvida a ser niño, cambiamos las cosas que amábamos por alcohol barato y actitudes sobre actuadas, perdemos porque queremos perder, esto es opcional.
Pero si alguien se niega públicamente a crecer comienzan los insultos, comparando estilos de vida. Aquí no hay un estilo de vida correcto, una persona que gusta de salir de madrugada a drogarse, no puede ser mejor a alguien que pasara esa misma madrugada viendo series.
El entretenimiento es diverso y nadie tiene derecho a juzgar la manera en que vives la tuya.
Nos dieron una vida para hacerla un cacahuate.
Alguien alguna vez dijo que nuestros derechos terminaban donde comenzaban los de los demás.
En la adolescencia es difícil entender esto, hay gente que nunca termina de entenderla, porque tiene un significado ambiguo.
No se trata de darle gusto al mundo, se trata de ser tu sin importar una mierda lo que piense la gente.
Si a ti te gusta escuchar regueton no vas a privarte por el simple hecho de que a unos borregos pseudointelectuales no les guste, porque no atentas contra ellos, ellos lo hacen contigo. Ahora si piensas usar las bocinas para obligar a alguien a escuchar eso, mejor piensalo dos veces.
Es normal que nos gusten y disgusten cosas, somos todos diferentes. Nadie se parece a nadie y eso es lo bonito de la vida, de darle el rumbo que queramos.
Nadie tiene el puto derecho a decidir de que manera vivir tu vida mas que Tu.
Así que ponte ese putivestido o esos tenis rotos y sal a la calle a demostrar tu individualismo y darle gracias a Dios por no ser ese contador trajeado que dejo de ver cartoons a los 12 años por querer tener una ambiciosa vida rodeada de números grises, que no lo dejaran contento pero que lo harán ver correcto ante la sociedad.
Y tu agradece por tener trabajo de contador para no tener la vida de vago que tiene ese chavo con sus tenis rotos y su actitud de punk, y esa chava con ese diminuto vestido que la hace ver vulgar, sacrificando tu estilo para usar un traje que te asegure un sueldo digno entre los números que amas y la gente tonta odia.
Pero ambos solo piensenlo, no lo digan. Respeten la manera de ser cada quien, coexistamos odiando pero solo en nuestros pensamientos.
Dejo la cancion del dia.
Suerte, Yo del futuro.
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