CAPITULO 5
MIXOQ
Ayelén salio del agua en los brazos de Huitzil, con la cara visiblemente atontada, de piel azul y una extraña quemadura en el pie derecho, la recostaron en la orilla esperando que se recuperara, logro sobrepasar los 40 minutos en la profundidad y todos estaban aterrados de que saliera con vida...
-¿Que hiciste bruja? ¿Es la misma magia con la cual partiste a tu esposo?- Decía un salvaje lugareño.
Quinatzin bajo del árbol y sostuvo en sus brazos temblorosos a La China, volteo a la maleza y la levanto con prisa para llevársela a velocidad de lagarto como jugando al bebeleche, con un pie que absorbía el entorno, una casi muerta en brazos y su penacho perdido.
-¡¿Que haces Quinatzin?!- Grito Huitzil.
Cuando paso por la plaza la señora de los aguacates sostenía su penacho, sin bajar la velocidad se lo arrebato haciendo un movimiento peligroso para no tirar a Ayelén.
-Gracias señora-
y se metió en su cuarto que era su hogar, un cuarto que no tenia divisiones y cada pared servia de algo, a la derecha un baño, a la izquierda una cama, adelante una cocina y detrás unos cuadros y direcciones para llegar a su casa y la hora de la visita de su madre al panteón que justamente era el día de hoy por la noche.
La recostó en su cama y espero unos minutos a que despertara, cuando abrió los ojos palpo sus manos y con voz baja le pregunto si estaba bien.
-¿Donde esta mamá?, ella me jalo de papá-
-Tu mamá esta loca, esta haciendo cosas demoníacas con los animales que cuida, los esta matando sin corazón-
-No entiendes nada, Quinatzin, por favor, llévame con mamá...-
-¿Harás un hechizo con ella para silenciarme, o convertirme en un chapulín humano?-
-¡BASTA!-
-...-
-¿Donde esta mamá?-
-Debe estar aun en el Acoatl-
-Tenemos que ir a rescatarla-
Qui bajo la mirada, se dirigió a la puerta, la abrió y con las manos hizo un gesto para que Ayelén saliera.
-Eres libre-
Ayelén salio con el semblante blandengue, cojeando y con la cabeza abajo.
Durante el día, Quinatzin uso varias vendas para cubrirse la herida que se tragaba todo a su paso, se acostó en la cama oliendo la almohada sin querer despertar por el próximo año, era la primera vez en mucho tiempo que salia de día y el festival de caretas lo destruyo moralmente...
Cuando despertó se preparo para visitar a su madre, oculto el penacho debajo de la cama, salio desganado al panteón, llevaba una corona de cempasúchil y un jarrón de barro con chocolate caliente.
Cuando llego se sentó en la tumba y puso la corona sobre la tierra.
-Mamá, no se que es tenerte, y aun teniéndolo tampoco se lo que es tener un padre, ya ni siquiera lo recuerdo, tampoco a mis hermanos, no he aprendido nada en esta vida, todo es tan diferente siempre, el día me destruye cuando salgo, solo he aprendido es a vivir con miedo, las únicas personas en las que confiaba ahora son nahuales oscuros que juegan con la vida como si fueran ramas viejas.
Es curioso que la imagen que tengo de ti es la del vendaval en la madrugada, me acuerdo de ti cuando se traspasa el olor de chiles toreados por el cuarto, pero aun recordándote, deseando tu visita no puedo descifrar como funciona este amor, porque nunca lo he sentido, todo lo que hago es vivir esta vida en un ciclo eterno, un renacuajo que nunca sera rana... un fantasma solitario que se puede ver sentado en la plaza esperando a que alguna chispa me encienda, mirando la noche, esperando que se caiga y nos mate a todos...-
Después de un silencio que se desbalanceaba por algunos sollozos reprimidos, algunas ramas crujían avisando una visita.
Era Huitzil y Ayelén, con la enorme bestia que guardaban en la cámara de la cripta.
Quinatzin volteo con los ojos lacrimosos y apretando la dentadura dijo:
-Hazlo rápido- y se echo en posición fetal sobre la tumba de su madre.
La bestia se abalanzo sobre Quin...
Lamiendole la cara y ronroneandole sobre el cuerpo.
-¿Que es esto?-
Huitzil sonrió y le dijo -Se llama Mixoq, y te recuerda aun-
-Mamá no hizo nada con los gatos ni los quetzales, y yo mucho menos mate a los ajolotes- Dijo La China.
-El te recuerda porque era el viejo gato que murió hace unos meses, y el quetzal fue el que cazo el gato pinto, yo no me atrevería a tocar a nuestras mascotas.
-¿Nuestras?-
-Los gatos y quetzales, pero Mixoq es tuyo, el desea estar contigo-
-Yo no pedí un híbrido-
-Necesitamos tu ayuda, hay un problema en Yetzel, el cielo puede venirse abajo-
-¡No entiendo nada!- Grito Quinatzin.
-Es sobre mi esposo, Mictlan, desea quedarse con nuestra cosmovisión-
-Esta asesinando animales del lago Acoatl, tiene un tzompantli hecho a base de cabezas de ajolotes, hay un agujero de gusano en el lago, Ayelén a tratado de mantenerlo lejos pero su poder esta incrementando-
-¿Y porque hicieron a un Mixoq?-
-Es nuestro guía-
-Necesito que vengas a nuestra casa, tenemos que hablar-
Quin asentó con la mirada y con una mezcla de nervios y alegría subió al lomo de Mixoq, en el transcurso del panteón a la casa sintió una fuerte brisa que inminentemente lo hizo sonreír.
-No es necesario que huela a chiles toreados para saber que estas aquí. Gracias-
Mixoq, MIstontli (gato en nahuatl) aXOlotl (ajolote en nahuatl) Quetzal (nahuatl)
Dejo la cancion del día
Mucha suerte, Yo chile toreado del futuro...
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