El parecía tener los pies atados a algo, pero todo el lodo que cubría hasta sus rodillas impedía ver que le imposibilitaba, de esa manera encontraba desesperante su situación, a la lejanía del fango y basura natural estaba alguien con un solo pie encadenado, aferrado a un viejo árbol quebrado por el tiempo.
Era indestructible hasta que el tiempo me quito la razón...
Su pie libre parecía solo una raíz secándose; de que le servía liberarse si el tiempo secaba su destino, era una lucha inútil que parecía tener una solución añejada en recuerdos torcidos y colores apagados en sabores insaboros.
Anagrama no sabia si rendirse o pelear por su libertad, el pantano estaba cercado y los pies no podrían soportar con su peso fuera de la tierra, la lucha inútil comenzó desde que tomo el primer respiro en una habitación tapiada de placenta tibia, y su voz estrellaba oídos endurecidos por las palabras que nunca quiso escuchar, porque le lastimaban el corazón y es preferible alejarse de sonidos que perturbaban la irrisoria capa traslucida de su alma que envejecer con prisa.
Poco tiempo le tomo para darse cuenta que la solución estaba en oponer resistencia, pero nunca liberarse, el lodo eventualmente se lo tragaría y podía predestinarse desde su posición sin tener que ver las barcas alejándose de el.
cuando casi el lodo le hundía los ojos. vio que la persona del pie liberado tomo las riendas y afianzo sus manos a una barca conocida que lo llevara a la salida, mientras que ningún bote se acercaba al agonizante momento.
En un momento la lágrima que se escapo valerosa y veloz se mezclo con la porquería que le llenaba la totalidad de su cuerpo y su esencia se espesaba entre la ahora ciega visión periférica que le impedía centrarse en su propia vida.
Dentro del fango encontró que una comunidad de lagartos se paseaba a su costado.
En ese momento sus brazos tomaron formas marinas y su nariz se retractaba de todos esos sabores planos que degusto y branquias tomaban su lugar en una posición aislada del olfato que le recordaba tanto y nada.
Sus ojos tomaron caminos separados y se establecieron donde existieron sus oídos y su boca se borraba gradual y tenue en un silencio ahogado.
Su nueva visión le posibilitaba lo anteriormente imposible, con prisa miro que lo ataba y cuando se dio cuenta que era la nada. sintió una paz reconfortante.
Se dio cuenta que algunos nacen en barcas, otros con raíces sumergidas en tiempos de violencia y otros como los de Anagrama simplemente no existían
Flotaban porque la tensión de la superficie lo deseaba pero nuca hubo pies que lo negaran.
Así se rindió a su futuro y se convirtió en una medusa de mar infinita e inmensa que se desplazaba sin motivo alguno entre desechos ajenos y migajas de amistades rotas...